Es un ungulado de la familia de los suidos. Es un auténtico cerdo salvaje, con un cuerpo mucho más comprimido y compacto. Posee una pelambre dura e hirsuta, compuesta a base de “cerdas”. Su tamaño es muy variable, pero puede llegar a superar los 100 Kg en nuestros bosques de la cordillera.
Es un animal omnívoro, muy inteligente y oportunista que vive en piaras. Debido a su carácter acomodaticio utiliza un gran espectro de hábitats y si bien rehúye la presencia humana, no es difícil encontrar indicios próximos a la vecindad de los asentamientos humanos.
Los machos están armados con unas grandes piezas dentales recurvadas, de ambos maxilares, llamadas navajas y amoladeras. Además están equipados de una gruesa y compacta coraza subcutánea de grasa que les proporciona una inestimable defensa frente a los furibundos envites de sus adversarios, que de otro modo podrían causarles heridas mortales.
Son muy prolíficos y, aunque en general tienen el celo a principios del invierno, pueden llegar a dar más de una camada al año. Estas camadas suelen ser de entre 4 y 6 crías. Las crías jóvenes presentan una bella librea, en virtud de la cual se les llama rayones y a medida que van creciendo se torna homogénea y rojiza; en esta fase se les llama bermejos.